Hoy os dejo uno de mis poemas favoritos...
No dejes que termine el día sin
haber crecido un poco,
sin haber sido feliz,
sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el
desaliento.
No permitas que nadie te quite el
derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer
de tu vida algo
extraordinario.
No dejes de creer que las palabras
y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia
está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el
hombre.
No caigas en el peor de los
errores:
El silencio.
La mayoría vive en un silencio
espantoso.
No te resignes.
Huye.
“Emito mis alaridos por los techos
de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas
simples.
Se puede hacer bella poesía sobre
pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de
nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un
infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y
sin miedo.
Aprende de quienes puedan
enseñarte.
Las experiencias de quienes nos
precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros,
los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a
ti sin que la vivas...
Walt Whitmann (1819-1892)
1 comentario:
Hola, Micaela.
Walt Whitman me encanta,
pero si te soy sincera, se me hace
extraño leerlo en español.
Un abrazo grande
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