
Volar hasta el final de tus días,
gritando a las nubes
la rabia de tu cuerpo.
Tantas heridas que sangran
mil veces,
cada mañana al levantarte…
Quieres ser el pájaro verde
que pasea sus galas
a través del cielo hipnótico.
Romper las esquinas
de las ciudades de oxígeno
y permanecer en la “lentitud
de los bueyes”.
Pero estás atada a tus muletas
y te inmovilizan las piernas
y el alma rota.
Piensas en tu querida hermana
que viaja sin parar
con zapatos de viento
y sonríes si algún día
saldrás de esa silla
y la acompañaras
desde tu largo silencio.
gritando a las nubes
la rabia de tu cuerpo.
Tantas heridas que sangran
mil veces,
cada mañana al levantarte…
Quieres ser el pájaro verde
que pasea sus galas
a través del cielo hipnótico.
Romper las esquinas
de las ciudades de oxígeno
y permanecer en la “lentitud
de los bueyes”.
Pero estás atada a tus muletas
y te inmovilizan las piernas
y el alma rota.
Piensas en tu querida hermana
que viaja sin parar
con zapatos de viento
y sonríes si algún día
saldrás de esa silla
y la acompañaras
desde tu largo silencio.
Micaela