“Profesional
Jealousy” resuena
en las
entrañas,
cavidades
de mi alma.
Todo
se redobla ante el saxo,
música
templada,
desgarrada
voz que
tiembla
en mis oídos.
Te
recuerdo todavía.
Eras
un sueño tejido de lunas.
Me
parecías el ser
más puro,
indescriptible,
imposible
de atrapar
como
el viento ciego.
Te
amaba con desespero,
fantasma
inquieto,
y
esperaba junto a
Van
Morrison, ansiosa,
tu
presencia llana,
tu
voz, tu cuerpo desnudo.
Te
vendía mi sonrisa
a cada
momento.
Te
regalaba mis encantos,
tiernas
palabras,
con
valentía y travesura.
¡Y yo
estaba muerta!, entonces,
y tú
me diste
trocitos
de vida,
ilusiones
y esperanzas.
Van
Morrison suena
hoy en
mis oídos
después
de muchos años.
El
sueño desaparecía,
lentamente,
hasta
fulminarse.
¡Sí! Estaba
tan muerta, entonces,
¡y tú
me diste la luz!...
¡Cuántos
recuerdos extraños,
tormentas
y alegrías,
acariciando
mi piel
vacía
de palabras!
Tú y
Van Morrison.
Micaela Serrano de "No dejes de Ser lluvia"
Micaela Serrano de "No dejes de Ser lluvia"