lunes, 2 de julio de 2012

UN POCO DE AYUDA


Ayer estuve viendo ocasionalmente, un programa en televisión, “Tierra de Sueños”, y entrevistaron a Diana Ros, una mujer comprometida y emprendedora que ha puesto en marcha una organización que se llama “Sos mujer”. Se trata de una ONG que trata de ayudar a las viudas de India en la ciudad de Vindravan. La mujer que ha perdido a su marido tiene una categoría mucho más baja que la de “los intocables”. Pierde absolutamente todos sus derechos. La familia del esposo muerto le arrebata su casa, se queda sin hijos y acaba en la calle como una pordiosera. Es incluso víctima de los acosos sexuales de los policías y acaba en la mendicidad. Hay casos en los que la viuda prefiere morir en la pira funeraria porque el futuro que le espera es un completo infierno.

Diana Ros, nos decía que India es un lugar de fuertes contrastes, con muchas miserias y en dónde las leyes ancestrales se cumplen sin ningún tipo de contemplaciones. La sociedad todavía se rige por las castas religiosas y es imposible que una determinada persona pueda salir de una clase social en la que nace. La mayoría de los matrimonios se establecen por conveniencia y ya se pactan desde la infancia.

Si la mujer tiene un futuro por lo general, bastante oscuro en India, peor, si es una mujer viuda que no tiene ningún derecho en esta sociedad y queda marginada por completo.

Esta ONG fue creada en 2008. En la página web www.sosmujer.org podemos leer una estupenda entrevista realizada por Ana Vega, conocer un poco el proyecto de esta fotógrafa nacida en Alemania y que reside entre Madrid y Barcelona.

Personas como ellas son el motor de un mundo nuevo para encontrar un poco de esperanza e ilusión en circunstancias inimaginables de horror y pesadumbre.

Me gustaría levantarme un día por la mañana y encontrar que la dignidad y la paz forman parte de ese otro mundo al que ignoramos muchas veces. Quizá estamos tan enfocados en esta guerra de poderes en la parte occidental del Planeta y nos olvidamos a veces, de tanta gente inocente que muere día a día, sin ningún recurso, en la pobreza más extrema. Por eso aplaudo a todas las personas como Diana Ros que ponen todo su empeño e ilusión por ayudar a otras almas más desfavorecidas y luchan por una sociedad más justa.

Mis mejores deseos para que esta ONG pueda fortalecerse y llevar a cabo la realización de sus proyectos.