domingo, 7 de junio de 2009

BUENOS PROPÓSITOS


La soledad nos envuelve como un gato perezoso acurrucado en nuestros brazos y se instala para formar parte de nuestro cuerpo.

Vivimos en una sociedad que vive cada día a un ritmo acelerado. Estamos desorientados con el sentido del tiempo. Queremos conseguir todo de manera rápida, sin dejarnos deslizar por los momentos que nos enriquecen y nos ayudan a evolucionar.

Cada vez nos cuesta más relacionarnos con las personas que nos rodean, al vivir en una sociedad vertiginosa en la que trabajamos todo el día. Apenas nos queda tiempo para estar con la familia o los amigos. Usamos entonces internet para chatear o hablar con ellos. Hasta en la misma oficina los e-mails se han convertido en una auténtica arma de trabajo y vuelan constantemente por encima de nuestras cabezas. Hemos dejado de hablar casi con los compañeros… No queda tiempo.

Y con esta maldita crisis que nos azota, el sentimiento de negatividad se acentúa más. Nos encerramos más en nosotros mismos porque la preocupación nos invade. Desconfiamos del viejo amigo o compañero porque pensamos que en un momento dado nos puede traicionar o herir. Desconfiamos del jefe, desconfiamos de nuestros vecinos, desconfiamos de la vida misma… Si seguimos envueltos en esa nebulosa de soledad y pesimismo no saldremos jamás adelante.

No vale competir con los demás, perjudicándoles o menospreciando su trabajo. No vale estar continuamente con la cara de póker, evitando iniciar una pequeña y amable conversación. No vale enfadarse. No vale engañar con palabras o con gestos que mortifican el alma. No vale acusar a los demás, o regañarles con palabras hirientes que justifican tan sólo sus propios vacíos y sus problemas.

¿Hasta cuándo vamos a seguir tapando nuestros propios agujeros de miedo, vacío y ansiedad? La vida es más fácil de seguirla y de vivirla. Tan sólo con una sonrisa cada día, una buena palabra, un gesto amable y dulce... Solamente con pequeñas dosis de optimismo y una inyección de buenos propósitos podemos elevarnos a nosotros mismos y a las personas con las que tratamos a diario.

Si todos tuviéramos esa intención, creo que se levantaría una onda expansiva de entusiasmo e interés y sería más fácil de salir de situaciones realmente difíciles como las que podemos tener actualmente.

Dejemos a un lado nuestras preocupaciones y confiemos plenamente en que las cosas fluyan a su ritmo, y nos lleguen a su debido tiempo, aparcando necesidades egoístas y soledades internas.


Alodia (Publicado en DELTAvisiontv.com)

19 comentarios:

€_r_i_K dijo...

Bueno es cierto que la ansiedad, prisas y la indecisión, son plagas de este siglo y finales del pasado, pero sabes, las soledades internas, no creo que sea fácil zafarse de ellas....


Abrazos.....

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Excelentes reflexiones; en el mundo que hemos creado y que nos empuja hay cada vez menos hueco a la humanidad, al sosiego, al pensamiento.
Buen domingo querida amiga

Emilio dijo...

Completamente de acuerdo con tus palabras.

Un saludo.

≈♦ Mi Sentir ♦≈ dijo...

cuanta razon tienes en esta entrada.espero estes disfrutando de este domingo y que tu semana sea bella un besito y que estes muy bien.

Myriam dijo...

Muy cierto, dejemos que las cosas fluyan. Focalicemos nuestra atención en lo que nutre nuestro espíritu, asi sea un paseo de 20 minutos por el parque. Esa mínima pausa nos oxigena mucho y aleja el fantasma de la incertidumbre o el temor.

Toda crisis, como toda tormenta, pasa, y luego vuelve a salir el sol.

Besos

Janeth dijo...

La soledad es uno de estos problemas palpitantes y delicados del alma humana que nos afectan a todos, independientemente de nuestra situación material, nivel intelectual o títulos adquiridos.

No existe ni una sola persona que pueda presumir de no haber sentido nunca en su propia piel ese estado interno tan particular que puede ser a veces doloroso y a veces, por el contrario, muy profundo y especial.

Paco Bailac dijo...

Tu texto me ha gustado pues veo una preocupación dulce sobre la realidad que nos toca vivir.
La llamada crisis, sin ignorarla, podemos suplirla con nuevas sensaciones más solidarias, quizá.
Un saludo y gracias por dejar que tome conciencia de tu existencia.

pacobailacoach.blogspot.com

Taller Literario Kapasulino dijo...

Que gran reflexion Alodia, comparto totalmente tu pensamiento...

Unknown dijo...

es cierto, son plagas de este siglo que se notan más en las grandes urbes.....
la globalización, la crisis, la teconología también, hace que el hombre se vaya aislando...
ojalá que se reencuentre consigo mismo y deje fluir la vida.....

besitos, reina
buena semana

Marisol Cragg de Mark dijo...

No tengo más que agregar... tú lo has dicho todo. Un gusto haberte leído. Te sigo.
Recibe un cordial saludo desde Berlín.

ILUSION dijo...

Totalmente de acuerdo; es una excelente reflexión para tenerla en cuenta!!!!!
Besitos y feliz semana!!!!!

A dijo...

La soledad es un terrible problema en la sociedad occidental. Un saludo

misticaluz dijo...

Hola amiga, totalmente de acuerdo. Me gusta tu forma de enfocar las cosas, llenas de optimismo y fortaleza.
si todos tuvieramos un poco de más paciencia y comprensión, sería diferente.

Amiga siempre un placer visitarte, y llenarme con tus escritos.

Te dejo un relajante y cálido abrazo

Beatriz

Unknown dijo...

Hola Alodia.. que dificil.. lo que propones... yo lo consigo pero.... sólo cuando estoy en mi tierra o en la playa...

.. aquí donde trabajo.. suelo desnortarme.. poner unas pilas tremendas.. y al final parecer un robot...

Besos

Anónimo dijo...

Creo que la sociedad es un monstruo imparable que se va comiendo a todo aquel que desnuda su alma, de ahí ese temor a mostrarnos tal y como somos.
Cada cual tiene que marcar su propio ritmo, cada cual tiene que intentar cambiar su mundo a mejor, teniendo claro cual es su camino a seguir, sólo así será posible algún día, contagiar poco a poco y uno a uno con ese virus llamado "amor" a todos aquellos que estén predispuestos a cambiar la forma de vida actual. La mejores medicinas, más contagiosas y más efectivas son.. la sonrisa, la amabilidad y el respeto.

¡Buen post!

Saludos

Rosa Cáceres dijo...

Muy buenas reflexiones. si las rumiáramos todos los días, otro gallo le cantaría a esta pobre mundo de la competitividad y las preocupaciones.

Fran dijo...

Esta frase me gusta mucho, es la clave: “Si todos tuviéramos esa intención, creo que se levantaría una onda expansiva de entusiasmo e interés y sería más fácil de salir de situaciones realmente difíciles”
Hay otra frase de San Juan de la Cruz que dice: “pon amor donde no hay amor y hallarás amor.”
La soledad es un mal creciente. Los que peor lo llevan, porque dependen de los demás, son los mayores. Si, como tú dices, todos tuviéramos intención. Si nos propusiéramos poner amor. Si en vez de luchar tanto por tener y dedicarle tanto tiempo, pensáramos más en los demás, tendríamos nosotros mismos una vida más llena.

JUAN JES dijo...

Estás describiendo el "american way of life" de los años cincuenta, que la globalización impuso a todo el mundo, hoy casi todo es hollywood, best in class, best practices, egoismo, desconfianza, aislamiento, nulo humanismo y solidaridad social.

ENZO dijo...

es un tema muy interesante que debe
hacernos reflexionar a cada uno como podemos mejorar en nuestras
relaciones con los demas.

Animos...