
Caricias de un sol
adormecido,
arañando segundos
a las nubes rotas.
Sombras del recuerdo.
Letanías.
Desde el césped rosa,
contemplo el aire sumiso
de la tarde olvidada.
Misterio.
Un pájaro se posa
insólito,
en las barandillas de mi alma.
Canta su alegato
con la fuerza del viento,
se sumerge en el mañana.
Mis ojos se asombran
en un concierto de luz.
¿Cúanta vida pequeña
derramada en un instante?
Parece imposible detener
la pureza,
como el silencio llenarse
de palabras.
Pero el mundo es a veces
un grito de hermosura.
Alodia
Imagen: Cross, Henri Edmond, "L´Air du Soir"