
Navego en el océano de mis recuerdos. Sólo soy un punto errante en medio de una inmensa niebla. chapoteo con las puntas de los dedos. Me deshago en jirones y vuelvo al mismo instante en que partí. No soy capaz de desenredar el ovillo de imágenes que mi memoria atrapa. Imagino que el tiempo me enseñará a descubrirme, a destaparme lentamente. Pero hoy, en esta noche sin párpados, las grietas se agigantan y todo se escurre, hasta la misma piel de mi cuerpo se adelgaza impasible con el latido del reloj. Soy un ser anónimo, infinito y extravagante, insólito, casi transparente que ha dejado de existir.
Alodia
Imagen: FS_029, Fernando Sánchez