domingo, 8 de mayo de 2011

TALLA TREINTA Y SÉIS





¡Gorda!

te llamabas a ti misma

gorda,

pero apenas cuarenta kilos

sujetaban tu cuerpo.


Ante el espejo:

la silueta de un fantasma,

cadáver de huesos,

aire maldito.



Tus lágrimas rozan

el desayuno de agosto.

No quieres comer,

sólo deseas devorar

el calor que derrite

tus entrañas.



Muchacha de fuego.

Tu mirada se prendó

de la bella modelo

con la talla treinta y seis.



Te quedan algunas semanas

del tórrido verano

para alcanzar tu sueño,

quizá tu última aventura.




Micaela



Poema extraído de la Antología "Talla G", Lalunaesmía Editoras, 2011


Imagen: Portada antología "Talla G".

8 comentarios:

Fiaris dijo...

Me has hecho lagrimear, esto me toca muy cerca con alguien que amo con todo mi corazón,sangre de mi sangre.
Abrazos gracias.

Abuela Ciber dijo...

Realmente conmueve, verlas pasar tan airosas mostrando sus huesitos.

Me imagino el martirio de las mamis.

Cariños y buena semana!!!!!

Claudio Ariño dijo...

Una sola palabra: terrible.

misticaluz dijo...

Hola guapa,

Siempre un placer visitarte!!

Te dejo abrazoss y besotes grandotes!!

Beatriz

Janeth dijo...

Hay amiga este flagelo que sufren las jovencitas tratando de simular un espejismo, que importante es enseñar a nuestras hijas a quererse y valorarse tal como son, precioso poema que detalla muy bien las penurias para alcanzat una talla 36

Aurora dijo...

Escalofriante amiga.
Q sigan atiborrando las mentes de los adolescentes con esas tallas, haciéndoles creer q sólo así valen, sólo así son válidos, es deleznable.
Un abrazo, feliz día.

Marisol Cragg de Mark dijo...

No entiendo como se puede llegar a ser anoréxica. Terrible suplicio debe ser tanto para la que lo es como para los padres.
Cordiales saludos.

Myriam dijo...

uff terrible la anorexia...