Volar hasta el final de tus días,
gritando a las nubes
la rabia de tu cuerpo.
Tantas heridas que sangran
mil veces,
cada mañana al levantarte…
Quieres ser el pájaro verde
que pasea sus galas
a través del cielo hipnótico.
Romper las esquinas
de las ciudades de oxígeno
y permanecer en la “lentitud
de los bueyes”.
Pero estás atada a tus muletas
y te inmovilizan las piernas
y el alma rota.
Piensas en tu querida hermana
que viaja sin parar
con zapatos de viento
y sonríes si algún día
saldrás de esa silla
y la acompañaras
desde tu largo silencio.
gritando a las nubes
la rabia de tu cuerpo.
Tantas heridas que sangran
mil veces,
cada mañana al levantarte…
Quieres ser el pájaro verde
que pasea sus galas
a través del cielo hipnótico.
Romper las esquinas
de las ciudades de oxígeno
y permanecer en la “lentitud
de los bueyes”.
Pero estás atada a tus muletas
y te inmovilizan las piernas
y el alma rota.
Piensas en tu querida hermana
que viaja sin parar
con zapatos de viento
y sonríes si algún día
saldrás de esa silla
y la acompañaras
desde tu largo silencio.
Micaela
7 comentarios:
atada a las muletas.con el alma rota: durísimo...
Un abrazo querida Micaela
Es dificil volar con las alas rotas.Es necesario sanar las heridas.
Muchos cariños!!.
Duros versos, hacen reflexionar sobre ciertos aspectos q nos pueden terminar ocurriendo a todos.
Supongo q la dureza de esa situación q describes debe de ser límite.
Un abrazo, pasa feliz semana.
Tremendos versos, tristes y dolorosos; superar esa oscuridad que nos rodea a veces, con nuestra luz interior y fijando el rumbo, hacia ese futuro que nos llama, con esperanzas renovadas.
Nada está perdido.Mi apoyo y mi cariño.Salud
Debe ser fastidiado con ganas eso de estar anclada a unas muletas o similar.
Me gusta tu blog.
Hola Micaela,,es un gusto como siempre pasar a visitarte, a saludarte y leer tus poemas...
Besitos y lindo fin de semana...
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