domingo, 14 de enero de 2018

NO HAY NADA QUE TEMER

NO hay nada que temer
ya que la vida sigue
en otro plano, otro país,
cielo insólito de alas.

Nos esperan amigos,
corazones de miel,
azúcar de esperanzas.

Nos invitan a fiestas
globos y chocolate,
regalándonos caricias,
nuevas aventuras de Peter Pan,
La Abeja Maya o Blancanieves.

Somos pájaros o flores
volando en la inmensidad
sin cerrojos ni ventanas.

Nos colamos en el silencio,
en la nieve, ola gigantesca
de violines malvas.

Saludamos a los nuestros.
Les enviamos cartas
de amor, besos de gnomos.

Abrazamos sus cuerpos,
les lanzamos sonrisas
de ángel para despertarlos.

Pues entonces no hay nada,
nada que temer…

De "El Latido de la vida", Parnass 2016
Imagen: "Las voces de los ángeles", Bartolomé Esteban Murillo









1 comentario:

Myriam dijo...

También yo creo que continuamos la existencia de otra forma más sutil y por eso no temot

Besos, Micaela