
ME ENCIENDE LA VIDA
con sus rejas y luces
lentamente,
bajo el compás del reloj.
Los entonces no existen,
ni las dudas ni acasos.
Sólo verdades,
palabras,
el eterno presente.
Minutos que acorralan
paraísos.
Vientos de enero,
azules ventanas.
Segundos de madera
vigilando calles,
ciudades desnudas.
Milésimas de segundos
errantes,
a través de mundos
infinitos...
lentamente,
bajo el compás del reloj.
Los entonces no existen,
ni las dudas ni acasos.
Sólo verdades,
palabras,
el eterno presente.
Minutos que acorralan
paraísos.
Vientos de enero,
azules ventanas.
Segundos de madera
vigilando calles,
ciudades desnudas.
Milésimas de segundos
errantes,
a través de mundos
infinitos...
Alodia
Imagen: "El Monte Fuji, un eje de luz", Yun (Japón)