domingo, 12 de enero de 2014

LA DAMA DE AZUL



-¡Levántate, Carlos que llegamos tarde!
-Ufff, no tengo ganas…tengo sueño…ve tú sola, que yo me quedo un ratito más.
-Me prometiste Carlos que vendrías conmigo. Que me acompañarías…No me dejes otra vez sola, tirada como una colilla en medio de toda esa gente rara, que apenas conozco - dijo ella alarmada por completo.
-Pero a ti te gustan…Ese tipo de gente “intelectual” que habla de filosofía y de arte continuamente. Además tú eres una artista. Acabas de inaugurar tu propia exposición…Yo sí que no entiendo nada de nada. Sólo soy un triste médico de familia.
-¡Carlos, me dijiste que me apoyarías, que pasarías más tiempo conmigo!
-Es cierto, pero ahora sólo quiero dormir…Acabo de llegar hace unas horas. He estado de guardia y esta noche precisamente no ha sido una noche fácil.- afirmó él de mala gana.
 -Está bien, quédate ahí, como siempre.

Y dando un portazo como quién se lleva el alma al diablo, cerró la puerta del dormitorio y Carmen se empezó a acicalar con sumo esmero. Pensó en su vestido verde escotado, de seda…quizá demasiado atrevido para aquel acto. Algo un poco más discreto. Buscó en el armario y encontró un traje pantalón chaqueta de hace un par de años, de color marrón avellana. Con la blusa beige iría genial. Se puso el maquillaje, los labios de un rojo suave, casi aterciopelado y la gabardina gris para resguardarse de la lluvia.

¡Qué horror de día, con esta lluvia de octubre, infinita, para caerse de bruces! -  se lamentaba interiormente. -Y encima sola de nuevo, ante las cámaras, los críticos y periodistas. Yo no quería ser famosa. Me encanta la pintura y quería tener mi propia obra. Encima me obligó el idiota de Samuel. Que si tendrás éxito, que tu estilo es único y futurista. Vaya cabreo, futurista, pues si lo sé pinto un platillo volante…

¡Ostras! Carmen, ¡qué negativa que vuelves a estar! Sabes que tienes que superar ese miedo al público. Ahora eres una artista. Tu exposición ha sido un éxito y hay mucha gente interesada en tus cuadros. Desde luego, que eres una auténtica aguafiestas- pensaba una y otra vez.

La sala estaba a rebosar. Gente guapa de Barcelona, con sus trajes de Armani y Adolfo Domínguez. Periodistas, fotógrafos, cámaras…Carmen acababa de aterrizar ante la mirada asombrada de todos. Acabó colocándose sus viejos Jeans de los fines de semana y un jersey de cisne de color negro. Su sonrisa clara se derramaba tímidamente por las paredes de la sala.

Carmen llevaba una pequeña navaja en la mano y de repente empezó a rajar uno de los lienzos de la pared lateral izquierda.

-Ohh!, pero qué sucede…¡Socorro!
-¡Guardias de seguridad, vengan por favor!
-Ehh Carmen, ¡qué te pasa, te has vuelto loca!. Unas pupilas de color gris ceniza se clavaron con fiereza en los ojos llorosos de la artista.

Tuvieron que cogerla entre tres para detenerla porque no hacía más que girar la navaja arremetiendo contra aquel que intentaba pararla; pero ella se armó de valor y lanzó el arma al aire clavándose en el cuadro más precioso de toda la galería: “La Dama de azul”, como se llamaba. Representaba el intento de una mujer por subir en la escala social del siglo XIX. Su vestido azul era un grito lanzado a la sociedad encasillada y edulcorada de la España profunda. Su mirada clavada en la lejanía representaba el símbolo de la soledad más trágica. En la mano llevaba un libro de poemas.

No se sabe lo que pasó poco después. La gente asustada por todo el alboroto, se fue alejando del local. La policía llegó una hora más tarde. Carmen había desaparecido y en el lugar no quedaban más que cúmulos de manchas y objetos rotos, desportillados, lienzos desgajados, y sangre, mucha sangre…

Dos días más tarde, se pudo leer la noticia en el periódico: una mujer de treinta y cinco años apareció muerta en el parque del Laberinto de Horta. Llevaba un vestido azul y un trozo de lienzo agarrado entre sus manos, en el que se podía ver aún la triste mirada de una joven con un libro en la mano izquierda. El autor del libro era William Blake.



Micaela Serrano
Imagen: Henry Matisse, "Mujer leyendo"

2 comentarios:

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Me ha encantado... gracias por este buen rato

Janeth dijo...

Amiga un relato dramático y con un muy buen estilo,...gracias siempre por tu cercanía y amorosas palabras, te deseo lo mejor...